Friday, July 2, 2010

Carry on (to vacation), wayward fandom

Una nueva entrega de las aventuras de nuestros nenes... hoy, el grupo se va de vacaciones después d la última temporada,... que ya se las merecen, leñe!

- Vale... vale... - Sam se miró la habitación del hotel con ojo crítico.  - Admítelo... asesinato múltiple, ¿verdad?
- No. - Dean respondió sin siquiera mirarlo mientras buscaba algo en su bolsa.
- ¿Caza de brujas, entonces? - el sol entraba por la ventana abierta y los bañaba con una agradable sensación de verano y brisas suaves. - ¿Emparedaron a alguien en el sótano a finales del siglo XIX?
- No. - su hermano sacó un par de billetes arrugados y se los dió al botones. - Sólo es un hotel, tío... déjalo estar. Por una vez que ganamos algo. Además, en Hawaii no hubo caza de brujas.
- Pero si hay voodoo! Cualquiera podría ser un sacerdote voodoo!- Sam se miró al botones que trataba de separar un chicle medio pegado a uno de los billetes de cinco pavos que Dean le había dado. Era rubio como la paja y naranja como alguien a quien el tiempo iba a regalar un melanóma.
- A mi no me mires, colega. - dijo, arrastrando las vocales. - Esto es solo un rollo para pagarme las vacaciones mientras a papá le dura el cabreo por mis notas. Osea... es un palo, pero es lo que hay, ¿no? - la increíble naranja humana salió de la habitación arrastrando los pies y Sam se ganó una ceja alzada de Dean.
- Estoy seguro que el Tommy Hilfigher este es el mismísimo primo del Barón Samedi, tío... buen ojo.
Ambos hermanos dejaron las maletas en la misma cama y se dieron cuenta de que, por una vez, solo había una. Dean hizo sonar el segundo juego de llaves.
- Una habitación para cada uno. Esta vez viajamos a lo grande.
Sam cogió el segundo par y su bolsa y se fue hacia la puerta remugando.
- Esto no me gusta nada...
- Lo tengo controlado, tio... tuvimos suerte, por una vez que tenemos suerte y nos sale algo grátis.
-... Dean, todo nos sale gratis... siempre.
- Eso es falso! Págamos por todo...
- Con dinero que no es nuestro.
- Detalles. Lo importante es que este viaje es un premio de los hados por nuestro esfuerzo esta última temporada y lo vamos a disfrutar antes de que yo tenga que irme de vuelta a jugar al buen padre y esposo, y tu al infierno o donde sea que se supone que estás. Simplemente alégrate de que fuera yo quen cogiera el telefono y no Cas. A saber que le hubiera soltado al pavo de la rádio.
Sam se rindió y salió al pasillo.
- Acuérdate que hemos quedado con Cas y Bobby en la piscina dentro de media hora.
Pero Dean ya estaba a medio ponerse el bañador y Sam dudaba que su hermano tuviera paciéncia suficiente para usar las escaleras. Lo mas probable es que saltara a la picina desde el balcón. Y que piscina.

Que piscina. A ojo de buen cubero, debía de ser mas grande que algunos de los islotes que rodeaban la pequeña isla donde los había dejado el hidroavión aquella mañana. El resort era apenas si un edificio de tres plantas, casi vacío por ser temporada baja y con un total de unas doce habitaciones. Pequeño pero lujoso. Discreto. Las piscina no era discreta. La piscina tenía cataratas. Tenía un bar. Tenía arena. Tenía olas, y por tener, tenía islas. Cuando Dean llegó - bajando por las escaleras, o almenos por el pasamanos - Sam ya estaba allí, con un bañador verde fosforito y negro que parecía hecho de hectoplasma y una toalla a juego. Bobby también, con su eterna camisa a cuadros, pero almenos había tenido el detalle de hacerse  con un bañador adecuado para la ocasión. Al acercarse, vió a una rubia semidesnuda que lo saludaba desde una de las perneras.
- Para que después digan que los rednecks no tenéis buen gusto. - le comentó al llegar, mientras tendía su toalla en una tumbona.
- Redneck? quidadó con a quien llamas redneck, muchacho... - gruñó el otro. Estaba echado en su propia tumbona y no parecía muy dispuesto a moverse de sitio.
Dean se rió y le quitó la crema solar a su hermano.
-¿Donde está Cas?
- Aquí.
Al joven cazademonios casi le salió el corazón por la boca. Ni siquiera había visto al angel sentado en la tumbona de detrás suyo. Podía parecer raro, pero Dean pensó que probablemente su cerebro había borrado tamaña incongruéncia de su mente como quién no ve una vespino en mitad de una exposición de Harleys. Como Bobby y su camisa, Castiel había decidido no separarse de su gabardina. Pero al contrario que el experimentado cazademonios, el ángel no había cedido al entorno, y seguía con su traje de vendedor de seguros. La única concesión que le había hecho al trópico era una gruesa capa blanca de protector solar en la nariz un tanto innecesária dado que el sol ya casi había desaparecido mas allá del mar. A su lado, una lámpara parpadeó un par de veces y se puso en marcha.
Castiel lo saludó con la mano. Almenos no llevaba guantes.
Mientras, Sam se esforzaba por estudiar a la única otra pareja del hotel. Iba a soltarle una brona sobre lo mucho que necesitaban relajarse, pero entonces vió cómo le temblaba la parte de abajo de la barbilla y se le tensaban los pectrales por el esfuerzo de contener la risa. Castiel se empezó a plicar una segunda capa de protector y Sam intensificó sus estudios del entorno. A través de la piscina, la única inquilina del hotel se había fijado también en el cuerpo mutante del mas joven de los hermanos Winchester al que le salían músculos en zonas donde las personas normales no tenían. Dean sospechaba que estaba relacionado con la sangre de demonio, pero Sam se limitaba a mirarlo con condescendéncia de la de 'Mi hermano es tonto' cuando se lo comentaba.
- Cas... estamos de vacaciones, tio... ¿no podías haberte traído un bañador?
El angel lo miró pero no dijo nada.
-Quiero decir, no es como si tomar el sol fuera pecado o algo así... - comentó Sam, algo mas sereno. - No es como si te hubieramos llevado a un burdel.
Dean escupió parte de la cerveza que se estaba tomando, y Castiel alcanzó un tono rojizo que rivalizaba con el de Tommy.
- Bueno, bueno... deja que el pobre se relaje a su manera. - el mayor de los hermanos interrumpió a Castiel que parecía haber querido decir algo. - No somos quien para juzgar, Sam... si el angel quiere tomar el sol vestido de vendedor a domicilio es cosa suya.
Cas se miró el traje confuso.
-Creo que Jimmy Novak era en realidad farmaceutico. - dijo, estirandose la chaqueta para abajo. Debían estar a mas de 35 grados, pero ni siquiera sudaba. Ventajas de vovler a estar en las filas celestiales. - Y no he encontrado ningún bañador que me gustara. Todos eran un poco demasiado... - se miró el ataque epiléptico en potencia que llevaba Sam. - ... dolorosos a la vista.
Sam se miró en el reflejo de la ventana. - ¿Que les pasa a mi traje de baño!?
- Nada, nada... - le indicó Bobby. - pero si querías ir de una versión playera de Ben10, creo que en la sección infantil tenían cosas mas adecuadas.
- ¿Y tu como sabes que es Ben 10? ¿Eso es lo que hacías todo el día encerrado en casa? Mirar el Disney Channel.
- ¿Como sabes TU lo que es Ben 10? ¿Es que teneis cable en el infierno?
- Eh, eh! Dejad de pelearos por tonterías y disfrutad, leñe!! Que parece que echéis de menos perseguir demonios. - Dean se recostó en su hamaca, y alzó la cerveza. - Brindemos por Rio de Janeiro!
Sus tres acompañantes alzaron sus respectivas cervezas (y agua mineral con gas) por acto reflejo.
- ¿Por Rio de Janeiro? - le preguntó su hermano con la botella alzada. La luz de la lampara parpadeó un par de veces. Bobby se la quedó mirando.
- Por Rio de Janeiro, Capital de Brasil... la pregunta que nos ha traído de fiesta a esta bonita isla apartada de la civilización.
- Tio... - Sam se medió alzó, sacando algo alargado y metalico de debajo de su toalla y quitándole el seguro. Volvía a mirárselo co cara de 'Mi hermano es tonto' - la capital de Brasil es Brasilia.
La lampara parpadeó un par de veces mas y se apagó. A lo lejos, en la jungla, empezaron a sonar los tambores.

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se acabó...

1 comment:

  1. Juass!!! Cómo lo veía venir, y cómo me he reído igualmente!!

    Molt bo!!

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